Si es que me lo ponen a
huevo, y como he visto que todos los folclóricos, folclóricas y representantes artísticos
de la desUnión Europea andan revueltos preparándose para ese cansino sarao
televisivo, yo este año – por no ser menos - he decidido unirme a la celebración,
y les voy a dar mi particular “visión” de la EuroVisón que venimos padeciendo
desde el año 2000, fatídico año en el que nos metieron en la mayor mentira,
después de las Cruzadas.
Va para doce años ya que padecemos la EuroVisón, el mayor
fraude pergeñado por los taimados mercaderes del mundo financiero. Un cuento
chino que todos escuchamos y creímos como tontos, donde se nos prometía cambiar
nuestras raídas sayas por visones decapados. Para algunos así fue, y de hecho
esos les tienen hoy metidos en el armario donde se les está comiendo la
polilla, pues tampoco pueden exhibirles porque está mal visto, y sobre todo por
que la Agencia Tributaria, que dicen que es como la virgen y lo ve todo, anda detrás de ellos. Y quien
dice visones, dice dinero, joyas, yates, terceras y cuartas viviendas, etc., a
ver si es verdad, y la Agencia Tributaria nos sorprende demostrándonos que si
tiene eurovisión.