martes, 19 de mayo de 2020

Qué vejez me estáis dando

  Hace unos meses, antes de que nos invadiese la pandemia, le decía a mi hijo (tiene más de treinta años) “disfruta de estos años que son los mejores”. Menos mal que no me matriculé como adivino, me hubiese muerto de hambre. Y es que cuando vuelvo la mirada atrás, y veo lo que ha sido mi vida, casi estoy totalmente de acuerdo con el carismático, racista, homófono y misógino actor francés Alain Delon, que no hace mucho declaro -más o menos-, “que en su vida había hecho lo que le daba la gana, había vivido como quería, y no sentía tener que dejar este mundo (tiene 83 años) pues se ha convertido en una verdadera mierda”. Y todo esto lo decía el año 2019, lo que piense ahora no me lo quiero ni imaginar.
Distanciamiento social

  ¿Será que estoy deprimido, que necesito que me de el aire más allá de mi barrio, que me está desilusionando la incompetencia de la gobernanza nacional e internacional, que es verdad que hemos dejado que nos gobiernen los peores…?
  Hay mañanas, que cuando me levando creo que todo esto que estamos viviendo es un mal sueño, ¿cómo puede ser que esta calamidad se haya extendido por todo el mundo sin apenas enterarnos?, ¿para que tanto Organismo Internacional (ONU, OMS, FAO, UE)? con su miles de “preparadísimos” profesionales que bien pagamos todos, si no se enteran de nada y nos vemos de buenas a primera invadidos por una plaga que amenaza con acabar con la especie humana, y a la cual solo la han sabido poner nombre. 
  El virus que iba a ser como una gripe, ya lleva infectados a más de cuatro millones de habitantes del mundo (si no son más) y con una cruel secuela de 300.000 fallecidos (si no son más). Es tal la agresividad que está manifestando el Coronavirus (Covid-19), que algunos empiezan a creer que es un virus de laboratorio, como lo fue el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), y que nunca explicaron de donde salió. 
  Y lo más acojonante de esto, es que hay unos sectores de la sociedad, que solo están pensando en la economía (la suya) y en que se abran los bares, las piscinas y las playas; son como la banda de músicos del Titanic, el barco hundiéndose y ellos dando vítores a la bandera y la cencerrada a un gobierno que inexperto del todo, está haciendo lo imposible por controlar algo que ni ellos pensaban que podía ser así, pues si llegan a saberlo, más de uno hubiese renunciado al cargo. 
  Hijo, espero que estos sean los peores años de la vida que te quede por vivir, pues lo que es a mí, menuda vejez me están dando.  

jueves, 9 de abril de 2020

Confinados

 Los portugueses y los canarios conservan una tradición conocida como el “día de finados”, que celebran el 2 de Noviembre y es semejante a nuestra conmemoración de el día de los “fieles difuntos”. Bueno, pues nosotros a partir de este mes de Marzo de 2020 tendremos que ir pensando en celebrar en años venideros (los que sobrevivan a esto) el tiempo en que estuvimos “confinados o con-finados”, es decir condenados a vivir en una residencia obligatoria y además rodeados de muertos, los que día a día nos desgranan los medios de comunicación (cuando escribo esto ya superamos los 15.000 fallecidos, solo en España), es increíble y una verdadera calamidad. Pocas guerras han provocado tantas víctimas en tan poco tiempo.
Confinados (de Internet)
  El escritor Daniel Defoe, más conocido como autor de ‘Robinson Crusoe’, escribió una novela titulada ‘El diario del año de la peste’ donde describía casi como en una crónica periodística, la plaga que llegó a Holanda en el año 1664.      
  Así mismo el pieds-noirs y meapilas del Premio Nobel francés de Albert Camus también tocó el tema, con su novela La Peste (1947), donde trata de manera simbólica una epidemia en Oran, con unos personajes más preocupados por encontrar la dignidad y la fraternidad humana que por acabar con la propia epidemia, de ahí la celebre frase “lo peor de la peste no es que mata los cuerpos, sino que desnuda las almas y ese espectáculo es horroroso”. 
  Y ese horroroso espectáculo es el que estamos viviendo en este país con esta pandemia del coronavirus: imprevisión de un gobierno novato, degradación neoliberal de la Sanidad Pública, el lamentable y egoísta “sálvese quien pueda” de la Unión Europea, y una infame oposición política que piensa más en derribar al gobierno de coalición, que en enfrentarse a esta calamidad. Almas perversas y desnudadas. Y a todo esto, mientras unos se enfrentan directamente al bicho, otros lo más que podemos hacer es estar confinados o viviendo con-finados, que también es muy duro, pues no tenemos fecha de caducidad para esta verdadera guerra biológica. 

martes, 17 de marzo de 2020

Crónica de un pueblo

 En los años 70 del siglo pasado, un “almiranzote” (Luis Carrero Blanco, que ya entonces mandaba más que el propio dictador pues estaba un poco gaga) propuso al entonces director de Televisión Española, Adolfo Suarez, (sí, el que luego sería primer presidente de la “democracia”) que crease una serie propagandística y exaltadora de las últimas leyes franquistas del reino (Fuero de los españoles, Fuero del trabajo, Ley Orgánica del Estado, etc.), y así surgió la serie televisiva “Crónicas de un pueblo”. 

Algunos de los actores y personajes de la serie "Crónicas de un pueblo"
 Una serie que desbordó sin embargo esos propósitos iniciales y adquirió una gran popularidad y valor artístico por su costumbrismo neorrealista y sus buenos guiones, actores y dirección, no menos que por su elegante y fino humor. En ella se narraba la vida cotidiana y los problemas de un pueblo de Castilla (sola sin apellidos) Puebla Nueva del Rey Sancho, aldea ficticia, ya que en realidad la serie fue grabada en la población de Santorcaz, cerca de Madrid. 
Sus principales personajes eran el alcalde, el cura, el cabo de la Guardia Civil, el maestro, así como el alguacil, el cartero, el conductor del autobús, la boticaria y los niños de la escuela. La serie comenzó a emitirse en 1971 y permaneció tres años en antena con un gran éxito, y eso que todavía estábamos en un España que se proyectaba en blanco y negro. 
 Hoy, 50 años después, si fuésemos a visitar Puebla Nueva del Rey Sancho, veríamos que la cosa ha cambiado bastante: cura ya no tienen, viene uno una vez a la semana a decir misa los sábados, pues los domingos la dice en otros tres pueblos cercanos, el resto de la semana la iglesia está cerrada, y eso que es una joya del patrimonio artístico. El cuartel de la Guardia Civil, hoy es un solar, ya que hace tiempo que se cerró y luego ardió en un incendio, por lo que ahora solo pasan los guardias una vez al día por el pueblo siguiendo el protocolo de vigilancia y control de la comarca (diez pueblos más). Del maestro, ni se acuerdan que le tuvieron, pues  los chicos a los que dio clase se fueron todos a trabajar lejos del pueblo, aunque algunos vienen en verano. Hoy la escuela es el teleclub. 
 Lo mismo pasa con el alguacil, al que han sustituido un micrófono y unos altavoces colocados en algunos puntos estratégicos del pueblo, a través de los cuales se emiten los bandos, cada vez menos; y el cartero y conductor del coche de línea vienen de fuera, así como la boticaria y el médico que tienen una habitación en los bajos del Ayuntamiento donde pasan consulta, recetan y toman la tensión. Lo mismo ocurre con el alcalde (que es independiente de derechas), y que tampoco vive en el pueblo, pero está empadronado allí, pues la que es del pueblo es su mujer, que es la dueña de la heredad agrícola que explotan. 
 Y esto es todo, Villanueva del Rey Sancho no existe, pero esta “crónica de un pueblo” podréis verla repetida - y a color - por un buen número de poblaciones de nuestro país. 

martes, 10 de marzo de 2020

El cuarto jinete

 ¿Qué, nazionalistas, independentistas, regionalistas, localistas y palurdos todos, que os parece esta inesperada invasión del coronavirus?, ya veo que vuestros discursitos, pancartas, banderas y banderines no han sido capaces de detenerle, es para que os deis cuenta de que no existe enemigo pequeño y que una epidemia no diferencia entre nacionalismos históricos, regiones ricas y regiones pobres. 
  Pues ya veréis, que como la pandemia siga creciendo y avanzando y a vuestros sesudos líderes les toque pedir ayuda a los vecinos de al lado, a esos con los que no queríais saber nada, porque vuestros sanitarios caen enfermos y os quedáis sin recursos médicos, a ver como os explican que antes no y ahora sí. 

 Tomad nota, los que sobreviváis, para que mejoremos nuestras relaciones, por lo pronto podéis veniros a la España vaciada que parece que por ahora se libra del COVIT-19, aunque casi va a daros igual, pues la NASA ya nos adelanta que para mediados del mes de Abril caerá un asteroide sobre la Tierra, que terminará arrasando con los pocos gilipollas que hayan sobrevivido al coronavirus…                                           
                                (firmado: el Cuarto jinete del Apocalipsis) 

miércoles, 12 de febrero de 2020

Anochece que no es poco (carta necrológica a José Luis Cuerda 1947-2020)


 Sepa señor Cuerda que nosotros por aquí hasta hace poco también éramos mucho de ir a ver amanecer, pero como cada vez lo ponen más pronto, pues le hemos perdido afición.  Pero algunos radicales había que hasta cantaban aquello de "que en España empieza a amanecer" y hasta organizaban rosarios de la aurora, cosas estas de las sectas religiosas, que por aquí abundan, y que creíamos que habían desaparecido, pero ¡que va!.

Jose Luis Cuerda y monumento a la película "Amanece que no es poco" en Ayna (Albacete)

 En lo demás, pues nos parecemos mucho a su bendito y surrealista pueblo, en las elecciones siguen ganando los mismos y la oposición son los de siempre, hay chicas que son comunales y otras que no, los hombres ya no nacen en el bancal, dicen que por lo del cambio climático, aunque yo creo que es por la PAC, al no estar subvencionados ¿sabe usted?... 
 Algún negro más tenemos, y una cosa que ha cambiado es que el alcalde ya no es ni necesario, pero si contingente, como todos nosotros. Las fuerzas del orden nos llegan siempre desde Madrid y los curas desde la Conferencia Episcopal, pero sin libre albedrío que luego pasa lo que pasa. No plagiamos a William Faulkner, pero si somos mucho de mentar a Machado, Unamuno, Gila y a la Madre que lo Pario, aunque seguimos sin tener wifi ni médico, y el cementerio se nos ha quedado pequeño. 
 Así que hemos tomado la decisión de juntarnos para ver anochecer, lo que poéticamente se conoce como disfrutar de un ocaso, ya que por nuestro pueblo se dan unos “ocasos” que no se imagina usted, sobre todo en verano y en un sitio que llaman el Mirador de Autilla, algunos hay por allí que quieren cobrar por verlos… un sindios señor Cuerda. 

martes, 14 de enero de 2020

Una década NADA prodigiosa



  Los que hemos vivido un poco, recordamos aquel grupo musical conocido como la “Década prodigiosa” que surgió a mediados de los años 80 del siglo pasado, pero qué - cosa curiosa - cantaba popurrís de canciones que fueron “famosas” en los 60, veinte años antes. Y es que esto de la “década prodigiosa” se me ha venido a las mientes después de leer y escuchar a algunos comunicadores “paniaguados” que cuentan maravillas de esta década a la que por fin hemos dado carpetazo, y que va del año 2009 al 2019, calificándola también como de “prodigiosa”, cuando realmente ha sido una década que no ha tenido nada de portentosa y si de inútil y anodina, es decir una “década NADA prodigiosa”. Unos nefastos y nefandos años en los que este país ha vivido una de sus peores épocas, y mira que tenemos un historial verdaderamente canalla, pues como decía Ortega y Gasett siempre nos han gobernado los peores.   
  En el 2009 entrábamos en esta “década NADA prodigiosa” de la mano de una Europa que empezaba hacer aguas y de una moneda única, el €uro, que se mostraba como una verdadera estafa, lo que auguraba una de las peores crisis económicas que nos iba a tocar vivir, dando pábulo a una impresionante desigualdad social, a ríos y sumideros de corrupción que inundarían las alcantarillas de los poderes políticos, económicos y sociales. 


Fotografía de Internet

  De ello no se libró ni la propia monarquía y sus adláteres (abdicación del Rey y el caso Nóos)(dos reyes), el propio Vaticano (caso Vatileaks y las Jornadas Mundiales de la Juventud) obligaron a retirarse al Papa Benedicto XVI.(dos papas)  Toda esta mierda y alguna más - que seguiremos recordando - se han llevado de calle a dos presidentes del gobierno español J.L.Zapatero (PSOE) y Mariano Rajoy (PP) además de los representantes de los sindicatos mayoritarios, y a un líder de la patronal que termino en la cárcel, aquel que decía que había que trabajar más y ganar menos. Pero el sumun de la desfachatez y fraude de la década, vino de la mano del expresidente catalán y “molt honorable” Jordi Pujol, y en versión nacional de Rodrigo Rato (hoy en la cárcel y pendientes de varios juicios) que pudo haber llegado a presidente de gobierno de la nación, si le hubiesen dejado los mercados y la banca que él ayudó a hundir, y que los demás hemos tenido que rescatar.
  Dice el CIS que en el año 2009, sólo el 8,9% consideraba a los políticos uno de los tres principales problemas de este país. En 2019 lo consideran así el 31% de los encuestados. También en 2009 "la corrupción y el fraude" era uno de los principales problemas solo para el 0,4% de los encuestados. Al día de hoy lo es para el 24,7%. ¿Prodigiosa la década, eh?.   

  Durante esta década las corruptelas anegaron toda clase de estamentos e instituciones, donde el dinero público acabó en mordidas, sobrecostes y amaños de contratos (Gürtel, Espionaje, ERE, etc), y a esto hemos de añadir que los niveles de paro laboral no han bajado (somos el país con mayor índice de paro juvenil de la EU), y que hemos descubierto que la iglesia española también es pederasta, que media España se está vaciado de habitantes, y para terminar de joderlo, que no se puede fumar en los bares, además de que los hijos de la Gran Bretaña dejan de ser €UROpeos (Brexit), aunque eso sí, también supimos que ETA guardaba las armas (coño una cosa buena).   
  ¿Década prodigiosa?, aquí lo único prodigioso es que este país no haya ardido por los cuatro costados, alimentado por piras de hijos puta que bien merecían haber terminado achicharrados en una colosal "hoguera de las vanidades" al florentino estilo del herético Girolamo Savonarola.