A la primera persona a la que oí utilizar este termino, fue - ya hace mucho tiempo - al excelente comunicador y naturalista español Félix Rodríguez de la Fuente (1928-1980), que la empleaba con habitual fruición en aquellos excelentes programas televisivos de “el hombre y la Tierra”, sobre todo cuando hablaba del ahora tan perseguido y denostado lobo ibérico.
El “amigo Félix” que supongo que ya habrá llegado al cielo, como pedían los cantantes Enrique y Ana en una canción que le compusieron después de su trágico fallecimiento, no daría en creer como anda en la actualidad el particular ecosistema de su “fauna ibérica”.
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| Cáceres (Spain) |
Y es que hoy los “depredadores” sociales son otros, unas verdaderas alimañas oportunistas que solo atacan a las presas más débiles o indefensas. A estos predadores ya no tenemos que buscarlos en los montes y cañadas pastoriles, pues viven entre nosotros, y son algunos de nuestros semejantes, lo que el comediógrafo latino Plauto (254-184 a. C.) definió como “Homo homini lupus”, el hombre es un lobo para el hombre.
Si algún día nos diese por crear un verdadero pabellón de caza nacional alimañera, con lo dados que somos por aquí a eso de “la escopeta nacional” (Luis García Berlanga – 1978) veríamos que en él figurarían disecadas las testuces de muchos depredadores sociales que en este país hay y han sido: gobernantes, políticos, banqueros, consejeros, funcionarios, intelectuales, etc. toda una panoplia de sabandijas oportunistas que en los últimos años han masacrado ilusiones, devorado proyectos, desangrado esperanzas y acabado hasta con las vidas de sus semejantes, con el único fin de enriquecerse ellos, y de paso saciar a sus reducidas manadas. Puede que ya vaya siendo hora de hacer un curso rápido de taxidermista o de alimañero.
