domingo, 28 de diciembre de 2014

NEOREPOBLADORES

Revilla de Campos (Palencia-Spain)
 Se me comenta, con datos en la mano, que como ¡España ha ido pa mejor! cada vez han sido más los españolitos “de a pie” que este año han decidido pasar sus vacaciones en el pueblo, si es que tienen la suerte y el privilegio de tener pueblo, ¡que esa es otra!. La cosa, según parece, no es tan difícil, ya que la ahora variopinta y neoliberal España está habitada, construida y edificada, sobre cimientos humanos de origen “paleto”. Un ochenta por ciento de los actuales “urbanitas” españoles somos de origen “rústico”. Este país, hace cincuenta años era un inmenso “pueblón” en el cual se llevó a cabo una emigración interior, surgiendo como consecuencia de ella, las masificadas y mal estructuradas metrópolis que hoy nos asfixian, embrutecen y cohiben.
 Haberles ahíles, que no tienen pueblo, o si le tuvieron se han olvidado de él, y optan por inventárselo o adoptar uno. Estos “adopcionistas” de la segunda vivienda, el “acosado” o  la casa de fin de semana, son los mayores defensores de la vuelta a la vida rústica y “natural”. Armados con un cortacesped, veinte metros de manguera de regar y unas bermudas, pueden llegar a ser “peligrosos” y hasta integristas de la vida natural. Estos nuevos colonos del medio rural están recuperando parcela a parcela, kilómetros cuadrados de terrenos que hasta ayer mismo, eran eriales y abrojeras de suelo rústico, que por el “milagroso” buen hacer de algunas corporaciones locales, se han convertido - de pronto - en urbanizables.
 ¿Quién nos dice, que en manos estos “neorrepobladores” no esté el futuro de nuestros pueblos?. Que conste, que ilusión no les falta. Les encanta el pan de su pueblo, si es que todavía tiene panadería, el canto de la alondra, el ulular de la lechuza y hasta el zumbido de los mosquitos.
 De verdad. Hoy tener casa en el pueblo, es un verdadero privilegio y si ha sido heredada, mejor. No te digo nada, si encima, tienes la suerte de tener un pariente – con el que te lleves bien – que durante todo el resto del año: te la cuide, repare y encima no te lo cobre. ¡Miel sobre hojuelas!.

 ¿Y cuando llega la noche?. ¡Ahí te quiero ver!. No hay pueblo de nuestros contornos, que en Agosto no celebre las “neo” fiestas patronales, ya que las antiguas eran el once de noviembre y por esas fechas ya no quedaba ni Dios en la localidad.

© GONZALO ALCALDE CRESPO (La Firma - La Ser 2014)