domingo, 8 de febrero de 2015

VIAJE A PORTUGAL

  Hace poco más de una semana, he ido a darme una vuelta por Portugal (voy bastante a menudo). Ya saben, ese país vecino que tenemos a poco más de tres horas de coche del corazón geográfico de Castilla y León, y al que los castellano leoneses somos muy poco dados en ir a visitar, si exceptuamos a los de las “raya”, es decir los zamoranos y salmantinos.
  Yo reconozco que siento una especial simpatía por los vecinos de esta nuestra comunidad, pues ya hace años que me di cuenta que nos quieren ellos más a nosotros, que nosotros a ellos, y es una pena pues tenemos muchas cosas en común, más de lo que muchos se piensan. La historia, el patrimonio, las costumbres y creencias, y hasta el idioma.

Castelo de Vide (Alentejo-Portugal)

  Portugueses y españoles somos más hermanos que primos, y como en toda buena familia que se precie algunas veces hemos estado a la greña, pero ese tipo de roces es normal en toda convivencia, y por destino nosotros y ellos estamos condenados a entendernos.
  No oculto que a  mi me encantaría que se hiciese realidad el sueño del escritor y Premio Novel portugués José Saramago, que quería que España y Portugal se uniesen en una integración territorial, administrativa y estructural, pero no cultural ni lingüística. Es decir, una España y Portugal unidos en la diversidad, en un proyecto común ventajoso para ambas parte de convivencia y desarrollo.
  Y es que la idea de Saramago era que Portugal se convirtiera en una Comunidad Autónoma más dentro de España, que tendría que cambiar su nombre por el de Iberia (para no ofender los egos portugueses) y sin que ello supusiera la asimilación cultural por parte de España: los portugueses seguirían hablando portugués, teniendo sus costumbres, su lengua. A nivel de organización política, habría un parlamento único, partidos políticos tanto lusos como españoles y  en el terreno económico, una homogeneización fiscal.
  Esto puede sonar utópico, pero fue el mismo Saramago quien escribió en su día, que  “al contrario de lo que generalmente se dice, el futuro ya está escrito, lo que ocurre es que nosotros no tenemos todavía la ciencia necesaria para leerlo“. De todas formas, hasta que esto ocurra, o no, anímense de vez en cuando a darse una vuelta por este país vecino, les merecerá la pena, y a ellos les vendrá bien, pues lo están pasando mucho peor que nosotros, que ya es decir. Obrigadinho.

© GONZALO ALCALDE CRESPO - La Firma 2014