jueves, 17 de diciembre de 2015

EL AÑO QUE NOS ROBARON LA NAVIDAD

Alumbrado navideño en Valladolid (Spain)
No soy yo mucho de espíritus navideños, ya sean paganos o cristianos, pero me duele ver cierta tristeza en los ojos de aquellos a los que les va este tipo de celebraciones y jolgorios cíclicos y hasta rutinarios. Basta con salir a la calle, y ver que este año alguien nos han robado la Navidad.
 Y es que al escaso alumbrado nocturna urbano que padecemos, por esa cosa de ahorro energético y a la moda interesada de las luminarias leed, este año se nos ha unido una más pobre, ramplona y casi de compromiso iluminación navideña urbana,  que desvaída, se descuelga en muchas de las calles de las ciudades españolas y portuguesas.
 Si descontamos los repetitivos  y ya poco originales pirulís de las plazas mayores, el resto de los adornos lumínicos navideños de nuestras calles dejan mucho que desear. Y es que cuando uno les contempla encendidos no tiene muy claro que quieren representar, pues algunos lo mismo podían servir para anunciar la Navidad, la Feria de Abril o una calle cortada por obras. Y además ya no se oyen ni villancicos, cosa que yo agradezco, pues no es un género musical que me apasione.
 Son estas unas Navidades del 2015 un poco chabacanas, como de cumplimiento, y es que ni la economía ni la política han colaborado en mejorar el ambiente navideño. ¡Mira que ponernos unas Elecciones Generales cuatro días antes que la Noche Buena, y dos antes que el sorteo de la Lotería Nacional...! ya son ganas de joder el espíritu navideño y de amargarnos el turrón, y hacer que se te atragante el mazapán. No te digo nada, si encima no sale ganador el partido político al que votaste y además no te toca ni la pedrea...
 Va a ser cierto que nos roban los que nos gobiernan, y este año han decidido ir más allá y enajenarnos la Navidad. Yo, por si acaso, guardaré un poco de turrón duro y unas peladillas para el mes de agosto del año que se nos viene encima, por si ya entonces hemos recuperado ese espíritu navideño que hemos perdido, o no hemos sabido proteger, y me puedo ir con los vecinos de  Valoria la Buena provincia de Valladolid, que celebran la Noche Vieja en plena agostera, que no dejará de tener su aliciente.

 De todas formas y por no seguir siendo amarga cenas, os deseo a todos que disfrutéis como podáis de estas Navidades (robadas) del 2015.